Cuando escuchas la palabra colecistectomía, puede sonar como algo muy complejo o hasta alarmante… pero calma. En realidad, es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes y seguros que realizamos en cirugía general.
La colecistectomía es la cirugía para retirar la vesícula biliar, ese pequeño órgano con forma de pera que está justo debajo del hígado. Su función principal es almacenar bilis, un líquido que ayuda a digerir las grasas. Pero, cuando se forman piedras (cálculos biliares) dentro de ella, pueden aparecer síntomas molestos como dolor abdominal intenso, náuseas, hinchazón y hasta problemas digestivos después de comer.
Este procedimiento se indica principalmente cuando los cálculos generan síntomas frecuentes, infecciones o inflamación severa. También puede ser necesaria si hay pólipos o riesgo de complicaciones más graves.
Hoy en día, la mayoría de las colecistectomías se realizan por cirugía de mínima invasión (laparoscópica), lo que permite una recuperación más rápida, con menos dolor y sin cicatrices grandes. Es una opción segura y efectiva que mejora significativamente la calidad de vida.
¿Tienes dudas o síntomas similares? Es importante no ignorarlos. ¡Tu cuerpo te está hablando! Escúchalo con atención.